lunes, 11 de abril de 2011

Cebra, mamífero originario de África muy conocido por su pelaje rayado característico. Es más pequeño que su pariente el caballo y muy parecido en aspecto y hábitos al asno salvaje. Tiene una crin de pelos erectos a lo largo del cuello, unas orejas grandes y una cola terminada en un mechón de pelos oscuros. El dibujo de rayas oscuras sobre fondo más o menos claro del pelaje constituye un camuflaje perfecto en su hábitat natural. Los enemigos principales de la cebra son los leones y los cazadores, que aprovechan la carne y la piel. En algunas zonas de África, las cebras se utilizan en carreras de tiro y son animales muy comunes en zoológicos y circos.
Se distinguen tres especies de cebras y varias subespecies según las variaciones en la disposición de las rayas del pelaje. La cebra de montaña es la más pequeña de las especies; mide 1,2 m a la altura de la cruz y tiene un cuerpo bien proporcionado, fuerte y musculoso. El pelaje es blanco-plateado y las rayas oscuras se extienden por todo el cuerpo, excepto en el estómago y en la parte interior de los muslos. Las bandas de la cabeza son castaño oscuro y el hocico es de color pardo. Las piernas son cortas, enjutas y fuertes. Las cebras de montaña viven en rebaños pequeños y habitan las zonas montañosas de Suráfrica. Esta especie era muy abundante en otros tiempos, pero ahora sus poblaciones están muy diezmadas debido a la caza intensa de la que son objeto.
Con el nombre de cebra de Burchell los ingleses incluyen a una serie de razas de tamaño medio que habitan las sabanas de África oriental y Suráfrica. Sin embargo, la especie que incluye a todas estas variedades (Equus quagga) se llama cebra común, para diferenciarla de la verdadera cebra de Burchell (Equus quagga burchelli), llamada así en honor al naturalista británico que la describió por primera vez, William John Burchell; esta especie fue exterminada por los boers y demás colonizadores de África del Sur. Algunos autores consideran a la cebra de Burchell como una especie propia (Equus burchelli). Las variedades de la cebra común son la cebra de Grant, la cebra de Böhm y la cebra de Chapmann. Los bóers llamaban cuagas a todas estas cebras, pero la verdadera cuaga (Equus quagga quagga) fue exterminada durante el siglo XIX; su coloración era más oscura y sólo presentaba rayas en la cabeza, el cuello y los hombros.
Por último, la tercera de las especies es la cebra de Grevy (también llamada cebra real), llamada así en honor del presidente francés Jules Grévy. Mide 1,5 m a la altura de la cruz y sus rayas son muy numerosas y estrechas. Esta especie era antes muy abundante y tenía una distribución amplia, pero hoy se encuentra restringida a las zonas áridas del este de África y está casi extinguida.
Clasificación científica: la cebra pertenece a la familia de los Équidos, dentro del orden de los Perisodáctilos. La cebra de montaña recibe el nombre científico de Equus zebra, la cebra común se clasifica como Equus quagga, la cebra de Grant como Equus granti, la cebra de Chapmann como Equus chapmannae, la cebra de Böhm como Equus boehmi, la cebra de Burchell como Equus burchelli y la cuaga como Equus quagga. Por último la cebra de Grévy es Equus grevyi.

Las cebras viven generalmente en grupos llamados manadas, pero la estructura social de estos grupos depende de la especie. La cebra común y la de montaña forman pequeñas unidades familiares, formadas por entre 1 y 6 hembras con sus potros, que se encuentran bajo el liderazgo de un macho.
Una vez que el macho reúne a un grupo de hembras, se enfrenta a la amenaza continua de ser desplazado por un rival más fuerte. Cuando un intruso aparece, el macho líder empieza a desafiarle. Si el rival no huye comienza una lucha y los dos machos golpean sus cuellos y sus patas y, como último recurso, se dan coces con sus patas traseras.
Los grupos familiares de la cebra de montaña y la cebra común son muy estables y aunque un rival más joven puede desplazar al macho líder de la manada, las hembras a menudo permanecen en el mismo grupo durante toda su vida. Dentro del grupo se mantiene un orden estricto de jerarquía según la edad, que se puede observar claramente cuando los animales se desplazan. La hembra de mayor edad va la primera, seguida de sus crías, y después le siguen otras hembras y potros, con los más jóvenes marchando detrás. Finalmente, los machos cierran la marcha.
Por el contrario, en las cebras de Grévy no existen esos vínculos permanentes entre los animales adultos. La unidad social dominante consiste en una hembra y una o dos crías. Aunque a veces la hembra se asocia con otros animales, no existe un rango establecido entre ellos, y cada uno viene y va cuando quiere. Sin embargo, como sucede en las otras dos especies, el comportamiento de la cebra de Grévy depende de la cantidad de comida disponible. Si la comida escasea, los animales se desplazan, pero si la comida abunda en un lugar determinado, cientos de cebras pueden reunirse para alimentarse. El contacto físico juega un papel muy importante en la vida diaria de las cebras. Parejas de adultos, así como las madres y sus crías, a menudo se limpian entre sí. Permanecen uno al lado del otro, con la cabeza de una cebra pegada a la cola de su pareja, para limpiar su pelo.  
Las cebras suelen descansar en esa posición, ya que eso les permite utilizar sus colas para alejar las moscas de la cara de la cebra que tienen al lado. Esta postura también les proporciona otra ventaja: los dos animales juntos completan una vista de 360º de los alrededores. Las cebras se comunican unas con otras mediante movimientos de alguna parte de su cuerpo o mediante sonidos. Cuando una cebra baja las orejas suele indicar que va a empezar a cocear, mientras que un resoplido pone de manifiesto que está alarmada por algo. Las cebras se adaptan bien a la vida en cautividad, y son animales muy populares en los parques zoológicos. Aunque no son tan fáciles de domar como los caballos, también pueden ser amaestradas y entrenadas para tirar de carros. Sin embargo, resultan difíciles de montar.

Las cebras se alimentan al amanecer y al anochecer, descansando durante las horas de más calor. Durante el día duermen a veces de pie, como los caballos, pero durante la noche a menudo se tumban. Para cualquier animal, los ratos de sueño son peligrosos porque pueden ser atacados por los depredadores. Por este motivo, las cebras solo duermen si uno o más de sus vecinos están despiertos para actuar de centinelas. Cuando comen sucede algo parecido; mientras algunas cebras están comiendo hierba otras están vigilando por si aparece algún peligro.
Durante el día las cebras pueden recorrer unos 20 km o más en busca de comida, volviendo generalmente al mismo lugar para descansar durante la noche. Sin embargo, en algunas partes de África, como en Tanzania, realizan migraciones durante la estación seca en compañía de miles de ñúes y gacelas.

Las hembras pueden dar a luz a su primera cría a partir de los tres años y, desde entonces, suelen quedarse embarazadas entre los dieciocho meses y los tres años. En los machos el periodo reproductor no suele empezar hasta los cinco o seis años.

Después de un periodo de gestación de unos 12 meses, las hembras suelen dar a luz a una sola cría. El recién nacido se alimenta de la leche materna hasta que cumple el año.


Estos doce meses son los más peligrosos para las crías, porque aunque las cebras pueden correr desde que nacen, no tienen velocidad ni resistencia suficiente para escapar de los leones y otros depredadores.
Las hembras de la cebra de Grévy cuidan de las crías sin ayuda de los machos. En las otras dos especies, los machos protegen a las crías de la unidad familiar y también a sus madres. A pesar de la vigilancia constante de sus padres, solo un 50% de las crías sobrevive durante el primer año.
Las cebras se han cazado durante miles de años, tanto por su carne como por su piel. Durante el siglo XIX la cuaga, una especie de cebra que vivía en Sudáfrica fue cazada hasta llevarla a la extinción.

lunes, 4 de abril de 2011

Hay tres razones por las cuales se considera que las cebras son negras con rayas blancas, y no al revés, ni tampoco que todas tienen una frecuencia diferente:

El hecho que algunas cebras tengan vientres y patas de color blanco puro no es una prueba muy concluyente de que son animales blancos.
 

Las rayas de las cebras son ausentes en el feto, que es totalmente negro. Las rayas son más anchas cuanto más grande es el animal, y crecen conjuntamente con el tamaño del cuerpo.

 
Las rayas suelen ser verticales en la cabeza, cuello, paletillas y tronco, y horizontales por detrás y en las patas del animal.


Los pasos de cebra toman su nombre de las rayas blancas y negras de las cebras.
las hembras llegan a la madurez sexual antes que los machos, y pueden tener su primer potro a la edad de tres años. Los machos no pueden criar hasta que tienen cinco o seis años. Las yeguas pueden dar a luz a un potro cada doce meses, que es el tiempo que dura la gestación. Cuidan de las crías durante un máximo de un año. Las cebras son capaces de ponerse de pie, andar y mamar al poco de nacer.Al nacer, un potro de cebra es marrón y blanco en lugar de negro y blanco. Casi siempre nace un único potro, pero en ocasiones extremadamente raras pueden nacer gemelos.
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En el caso de las cebras de montaña y las comunes, los potros son protegidos por su madre, así como por el macho y las otras yeguas del grupo. En cambio, los potros de cebra de Grévy sólo tienen a su madre como protectora habitual. Los grupos de esta especie se suelen dispersar después de unos cuantos meses. La protección de los potros es especialmente relevante entre las cebras, a pesar de que únicamente se ha observado este comportamiento en ejemplares en cautividad.
La cebra de montaña es una especie que vive en grupos pequeños y que, a diferencia de la cebra común, no se agrupa en manadas. Mide unos 2,2 metros de longitud y 1-1,4 metros de altura a la espalda. Su peso es de entre 240 y 370 kg. Tiene dos subespecies, una de las cuales, E. z. cebra presenta dimorfismo sexual, pues las hembras son más grandes que los machos. Vive en áridas zonas montañosas.
Es la especie más numerosa y extensa geográficamente. También es la que tiene más subespecies diferentes. Mide unos 2,3 metros de longitud y 1,4 metros de alto a la espalda, con un peso de casi 300 kg. Tiene una gran importancia dentro el ámbito del turismo en algunos de los países en los que habita, pues es uno de los animales africanos más famosos. Las poblaciones septentrionales tienen las rayas más bien definidas que las meridionales.